Premios Dulcinea

Seis mujeres han sido galardonadas con el Premio Dulcinea de Ciudad Real. Un galardón que otorga el Ayuntamiento de Ciudad Real a mujeres que han destacado por su compromiso y calidad humana, tanto personal como profesionalmente.

A la entrega de los premios, que se ha desarrollado en un acto con aforo reducido en el Antiguo Casino de Ciudad Real, han acudido la alcaldesa de Ciudad Real y concejala de Festejos y Tradiciones Populares, Eva María Masías, acompañada de la primera teniente de alcalde, Pilar Zamora; la concejala de Igualdad, Ana Belén Chacón y Fátima de la Flor (anterior Dulcinea) junto a sus damas; además, de una amplia representación de la Corporación Municipal.

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Las galardonadas este año han sido: María Luisa Trujillo, Carmen Ocaña, Begoña Izquierdo, Mercedes Castellanos, Natalka Zhylitska y Cristina García Rodero.

Masías agradecía el intenso trabajo realizado por Fátima de la Flor y el conjunto de damas, para que estos premios hayan podido ser posibles, después de un periodo tan difícil. Además, recordaba su especial cariño hacia este galardón, ya que fue ella quien los instituyó, con el objetivo de premiar y reconocer la labor diaria de muchas mujeres que son invisibles.

Fátima de la Flor ha explicado que hoy era un día grande para las premiadas y para Ciudad Real; y que por encima de sus valores profesionales a todas ellas les une una característica común, “su calidad humana”.

Comenzaba la gala con el premio a María Luisa Trujillo, apadrinada por su marido Joaquín, que la definía por su enorme espíritu de superación. 29 años dedicada a la enseñanza, actualmente es profesora en el CEIP María Pacheco de la capital, en una vida que ella misma ha reconocido que “no ha sido fácil, he luchado mucho para ser lo que soy”. Una mujer comprometida, trabajadora, generosa y humilde, que luchó por promover un estudio sobre las necesidades de los maestros afectados por enfermedad grave.

Carmen Ocaña ha sido la segunda galardonada. Una actriz con una larga trayectoria en la vida cultural y artística de Ciudad Real. Una mujer, que según su padrino vive el teatro a lo grande. Una vida entre Pozuelo, Madrid, Ciudad Real y Cádiz. Carmen reconocía que el teatro le ha permitido vivir muchas vidas en una. Reconocía cierto pudor, porque este premio podía haber sido de cientos de mujeres, dulcineas de labores silenciosas. Cofundadora de la Asociación Amigos del Teatro y colaboradora con otros colectivos de la ciudad como Mazantini o la Banda de Música Municipal. Activista convencida y luchadora tenaz.

La tercera premiada, Mercedes Castellanos, es una deportista de élite que juega en la Selección Española de Balonmano femenino y que ha conseguido numerosos premios en su carrera profesional. En su futuro inmediato luchar por medalla en las olimpiadas de Tokio. Su mentora le agradecía que su figura sirva de reflejo para el futuro de muchas niñas, que podrán llegar a ser lo que quieran en cualquier ámbito.

Natalka Zhylistka fue la cuarta galardona. Una mujer que como decía su padrino Miguel, se ha fusionado con la ciudad. Es una Aldonza Lorenzo ucraniana, con una enorme capacidad de trabajo y espíritu soñador. La propia Natalia se definía como una mujer con un cuerpo por el “que corren acuarelas de colores en vez de sangre”. El discurso improvisado ha servido para bromear y, a la vez, explicar que ella prefiere expresarse con los pinceles.

En quinto lugar recibía el premio Cristina García Rodero, una institución nacional e internacional dentro del campo de la fotografía, que como reconocía su mentora Ester, ha recibido todos los premios que existen menos el de Dulcinea “y ya lo va a tener esta noche”. Trabajadora incansable obtuvo la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo por el Gobierno de España en 2014. Es además Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha 2018, siendo la primera mujer en obtenerlo y además la primera también en la categoría de fotografía en España. Cristina reconoce que es la fotografía quien la escogió a ella y aunque se ha recorrido medio mundo “donde uno nace es donde quedan los recuerdos”.


Por último, Begoña Izquierdo, una mujer relacionada con el mundo sanitario de Ciudad Real reconocía que, en la vida, “para obtener un objetivo hay caídas y fracasos”. Orgullosa de todos los proyectos que aportan al hospital una mejor calidad de vida para los enfermos “proyectos que cuidan el alma”, como “en clave de hospital” con conciertos, los cuadros en la zona pediátrica o los esfuerzos de la fundación Autrade. Reconocía que este premio le había dado “brillo en mi vocación de enfermera y me lleva a mis raíces manchegas”

Cerraba la gala la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, fundadora y creadora de los premios en 2016, con el único objetivo de hacer visible a la mujer por sus capacidades, más allá de la juventud y la belleza.

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