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Los protagonistas de la XIX Edición de la Asamblea Provincial de Donantes de Sangre fueron los 329 ciudadrealeños que acudieron al Teatro Municipal Quijano para recibir la insignia que reconoce la labor altruista, callada y desinteresada que realizan cuando donan vida. El año pasado se alcanzaron casi las 20.000 donaciones, cifra que demuestra que el efecto llamada tiene respuesta. La presidenta de esta Hermandad, Matilde Santillán, agradeció a los asistentes su carácter solidario y animó a los que todavía no hayan dado ese paso, a incorporarse a esta gran familia.

La alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, aseguraba en su intervención, que le llenaba de satisfacción ver cómo cada vez son más las personas que deciden donar sangre conscientes de poder salvar muchas vidas. En esta sociedad tan materialista en la que desgraciadamente vivimos, dijo, dar algo tan necesario y vital como es nuestra propia sangre, honra a todos aquellos hombres y mujeres que son capaces de dar parte de la suya a cambio únicamente de la satisfacción personal. La alcaldesa afirmó que Ciudad Real es una ciudad generosa con quienes más lo necesitan; de igual modo reiteró la colaboración que ha siempre ha prestado el Ayuntamiento a cualquier iniciativa que ha puesto en marcha la Hermandad de Donantes de Sangre, como el maratón de donantes que se celebra cada año en la Plaza Mayor. La generosidad de los ciudadrealeños permite también abastecer de sangre a otras comunidades autónomas.