La Alianza Española contra la Pobreza y la Desigualdad ha demandado desde el Salón de Plenos de Ciudad Real políticas cuyo centro sea la justicia social y medioambiental. En la celebración del Día internacional para la erradicación de la pobreza, la Alianza ha leído un manifiesto en el que reconocen que la pobreza y la desigualdad son cada vez “más extremas, intensas y crónicas”.
La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, daba la bienvenida por segundo año consecutivo a los miembros de la Alianza en Ciudad Real para “hablar de algo tan serio y que nos preocupa como es la pobreza. Sería bueno que no tuviéramos que reunirnos, leer manifiestos o reivindicar ningún tipo de acción porque no hubiese ningún hombre ni ninguna mujer que no estuviese en situación de pobreza, pero por desgracia tenemos que hablar de una cifra que aumenta”.
Zamora ha reiterado el apoyo del Equipo de Gobierno y del Ayuntamiento en la erradicación de la pobreza, “nuestra línea de trabajo va en esa dirección: con el tema del empleo, vivienda, formación, y algo muy importante un mundo medioambientalmente más sostenible, porque también son importantes las medidas medioambientales para hacer esta sociedad más justa.
El manifiesto, leído por dos miembros de ACCEM, afirma que “es urgente cambiar este sistema que genera riqueza para el 1% y un empobrecimiento generalizado para el resto de la población, tanto dentro como fuera del Estado español. Un sistema que fomenta la guerra para el control geoestratégico de los recursos, destruye la naturaleza e incrementa las desigualdades sociales”.
El texto reconoce que existen compromisos internacionales, como los recién acordados Objetivos de Desarrollo Sostenible, los protocolos de Derechos Humanos, las Convenciones de la OIT por un trabajo decente o el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que necesitan ser cumplidos para garantizar un cambio de rumbo y el cumplimiento de los derechos de todas y todos. No cumplirlos significa continuar por la misma senda del aumento de las desigualdades, de la pobreza y del autoritarismo.
“En un contexto en el que la acumulación de riqueza en pocas manos genera pobreza en muchas personas y países, hay prácticas que deben desaparecer. Tal es el caso de los fondos de origen español en paraísos fiscales o la negociación a nuestras espaldas de tratados comerciales que van hipotecar nuestro bienestar, el de futuras generaciones y el del planeta. Tratados como el TTIP, el CETA, o el TISA.”
Además consideran que “existen múltiples crisis. Una de las más graves es la crisis de valores, en la los dirigentes políticos demuestran constantemente su irresponsabilidad y su falta de voluntad por cambiar las cosas. Es especialmente lamentable el papel que están jugando con su política de no-acogida de las personas migrantes y de las solicitantes de refugio o asilo”.
“Tampoco podemos olvidar la puesta en marcha de políticas que aumentan sin parar las desigualdades, la tasa de paro, los niveles de pobreza, la brecha de género. Se incumplen sistemáticamente los compromisos de protección social y derechos básicos como la sanidad, la educación, la dependencia…
Ante tal situación, como ciudadanía, presentamos propuestas basadas en derechos. Exigimos
El acto ha concluido con la lectura de uno de los textos del Grupo Literario “Pluma y tinta” escribieron sobre la pobreza, a cargo de su autor, Eduardo, en el que personifica lo que es la pobreza en primera persona:
Hola, soy la pobreza. Ya sé que me odias y que apartas la mirada cuando ves mi nombre. Algunos me escriben con uve para evitarme, otros consumen drogas para permanecer en la ignorancia. Lo cierto es que yo sostengo el mundo, muevo las guerras, construyo imperios y alimento los egos. Soy una anciana temeraria, aliada de la muerte, deseosa de que me conozcas. Por eso deja lo que estás haciendo y escúchame. He decidido que alguien porte mi voz y transcriba con palabras todo mi sentir. Ya que me rehúyes y te inspiro temor, al menos esta vez podrás escucharme. Es posible que pienses que no hay mayor pobreza que la pobreza espiritual, ¡Tonterías! Si piensas eso es porque no te ha sacudido de verdad el hambre, porque no has tenido hijos desnutridos clamando la muerte, porque no has tenido que verte sometido a los actos más innobles para llevarte un pedazo de pan a la boca. Solo existe un tipo de pobreza, solo existo yo.
Toda la vida has estado hablando de mí pero no sabes exactamente quién soy. Estoy en tu vida como la sombra en el Sol. Permanezco a tus espaldas para que avances temiendo mi potencial existencia. Lo cierto es que no tengo forma porque la naturaleza no me la ha dado. No nací con los árboles, ni el trigo, ni la luna. Si ves la natura no hay pobreza. Quien vive, vive. Quien muere, muere. Quien come, come. Quien corre, corre. Es tan simple como eso. No me dejan habitar allí. Antes, mucho tiempo atrás, el ser humano hacía lo que tenía que hacer para existir, sea cazar, procrearse, cobijarse, hasta finalmente morir. Yo no existía porque no tenía nada que hacer.
Con el tiempo, algunos humanos se impusieron sobre otros, creando esclavos, y estos necesitaban hacer algo para conservar su vida. Yo los atizaba para que avancen. Justificaba el progreso y la riqueza. He decidido quitarme todas las máscaras que me había puesto para mostrar mi fealdad, llana y concisa. Gracias a mí surgió la riqueza económica. Gracias a mí la cultura es como es. Puede que percibas un gran ego en estas palabras, porque lo tengo. Me alimento de los ricos, de las marcas que consumes, de tu indiferencia ante los mendigos y de tu olvido del tercer mundo. Tú me das la vida y yo te la devuelvo en forma de masacre. Tú has alimentado mi fealdad, de la que me enorgullezco, porque justifica mi existencia, y ahora intentas dejarme al amparo de tu responsabilidad. No te sientas culpable de ninguna manera de que te mire y no tenga miedo. Te han educado así para que siga viviendo.
Tengo una hermana gemela, llamada ignorancia. Llevamos el hambre al mundo, hacemos que los ríos de sangre se encaucen, convertimos a las niñas en prostitutas, a los niños en soldados, a los santos en demonios y a las personas en cosas. A la ignorancia le gusta rodearse de bienestar y a mí de dolor. Somos complementarias. Servimos para un mismo fin.
Tampoco quiero que malinterpretes mi nombre, ni que me juzgues por ser como soy. No puedes frenar mi paso, pero sí puedes mirarme. Hay una tumba repleta de muertos de hambre bajo mi seno. Atrévete a mirar al abismo, a surcar mis arrugas de anciana letal. He estado clamando toda tu vida por atención y no por evasión. Mírame a los ojos como a un igual. Tiéndeme la mano y me abandonaré. Como muchos, estoy martirizada por mi propia imagen. Yo también quiero dejar de existir y ser el aire en torno a mis arrugas, mi ancha y honda negrura. Quiero entregarme a una causa superior. Necesito que me atiendas y que no me temas. Quizás solo imploro compasión, una mirada poética, un acto altruista, una voz disidente que alimente mis venas negras y desgastadas. Vente conmigo, danza a mi suerte. Yo no cesaré de existir, aunque ya esté cansada de la monstruosidad de mi reflejo. Da de comer al mendigo, alegría a los niños, ilusión a los recién nacidos, vida a los enfermos y compasión a la ignorancia. Infórmate y ayuda a los desfavorecidos. Sé que te estoy pidiendo demasiados favores y que soy muy egoísta, lo sé. Soy egoísta por implorarte que me veas y reconozcas que solo soy una vieja senil, pero solo intenta reconsiderar un único aspecto de lo que he dicho, y verás que todo tiene sentido. Acaríciame y perdóname por ser tan furiosa y traicionera. Al fin y al cabo estoy perdiendo la razón. En vez de morir doy muerte. Esa es mi falta. Por lo demás soy una vieja triste y desolada a la que ignoras como a cualquier otra.
Estoy tan cansada de mis propias arrugas que hasta tengo palabras para pedirte ayuda.
Eduardo García de Marina Maroto
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