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Víctima de violencia de género “es imprescindible que nos pongamos en los zapatos de la víctima. Tener empatía y trabajar en la formación porque solamente con educación vamos a aprender a convivir sobre los cimientos de la igualdad”

Esta tarde el Museo del Quijote ha acogido la mesa redonda en conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres (25 de noviembre) con el tema “Ponte en los zapatos de la víctima. Pisando fuerte contra la violencia de género”. Han intervenido María Chaparro, enfermera formada en violencia de género y escritora, Alejandra Bárbara Garduño, Teniente de la Guardia Civil de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Ciudad Real y Jefa del Área de delitos del EMUME, Arturo Prado, oficial de policía, adscrito a la UFAM de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Ciudad Real y ha sido moderada por Elena Gómez, jurídica del Centro Local de la Mujer. Al acto han asistido la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, la concejala de Igualdad, Ana Belén Chacón, el concejal de Educación, Nacho Sánchez, miembros de la Corporación Municipal, diferentes técnicos, profesionales y público.

La concejala de Igualdad explicaba que “a la hora de poner una denuncia sobre violencia de género el procedimiento es diferente, porque la mujer se siente mal y puede erróneamente sentirse culpable, por lo que este encuentro nos va a aportar el punto de vista de diferentes profesionales y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para que expliquen su perspectiva profesional y lo importante que es seguir avanzando en esta lucha social, para que pongamos la mirada en el agresor que es el culpable de provocar esta situación”

Por otra parte, María Chaparro, que sufrió violencia de género en 2016, explicaba que “yo creía que tenía nociones básicas sobre este tipo de violencia y creía que podría detectar a los maltratadores y ayudar a las mujeres que sufren esta lacra, pero estaba equivocada porque cuando lo viví en primera persona no detecté a mi maltratador, ni el maltrato, ni fui capaz de ayudarme, ni salvarme a mí misma, por todo ello es imprescindible que nos pongamos en los zapatos de la víctima”. Su testimonio, desde la tranquilidad que tiene ahora en una vida feliz como superviviente, con una niña de tres años y “casada con el hombre de mi vida”, reivindica “empatía y formación para aprender sobre esta violencia que pasa desapercibida para gran parte de la sociedad. Solamente con educación vamos a aprender a convivir sobre los cimientos de la igualdad”. Además, añadía María, “tenemos que ser conscientes de lo que supone la violencia de género, independientemente del ámbito en el que se produzca, porque se trata de una situación de desigualdad dentro una relación donde existe la dominación del hombre sobre la mujer, donde existe machismo”. Otro pilar básico para erradicar esta lacra social es “la formación en violencia de género, a nivel personal y por parte de la sociedad en general y lo más importante que exista empatía”.