El legado del pintor e ilustrador Carlos Vázquez Úbeda ya se encuentra en el Museo del Quijote de Ciudad Real. Ayer llegaban procedentes de Barcelona las distintas piezas que el artista ciudadrealeño tenía en su casa y que son propiedad de la Fundación Barraquer. El objetivo del Consistorio es poder reconstruir el entorno del pintor en la ciudad condal aquí en Ciudad Real, gracias a una cesión por 25 años de estos objetos personales.
El camión procedente de la casa que el pintor ocupó en Barcelona ha traído perfectamente embalados los 109 objetos que han sido cedidos al Ayuntamiento de Ciudad Real. Entre ellos el caballete donde pintaba, todo el material que utilizaba (pinceles, pinturas…), 83 cuadros, entre ellos el que pintaba cuando falleció, 32 pinturas sin enmarcar, 28 carteles,15 medallas y condecoraciones del artista así como otros enseres personales como libros de su biblioteca, su dormitorio, cómodas, un arcón, una mesa de comedor, butacas, sillas, etc.
Todos estos enseres han quedado custodiados en el Museo del Quijote donde se estudiarán y catalogarán. Posteriormente se desarrollará una exposición que ambientará la vida de Carlos Vázquez para que los ciudadrealeños conozcan más la figura de este gran pintor.
Para el concejal de Promoción Económica, Cultural y Turística, José Luis Herrera, que ha supervisado el traslado junto con el director de los Museos de Ciudad Real, Francisco Javier López, “es un hecho de justicia que la obra de Carlos Vázquez, que es hijo predilecto de nuestra ciudad, descanse en Ciudad Real y que todos los ciudadrealeños que quieran admirarla y conocerlo puedan hacerlo con este legado que hoy por fin tenemos en nuestra localidad.”
Carlos Vázquez Úbeda nació en Ciudad Real el 31 de diciembre de 1869. En 1886 inicia estudios en la Escuela Especial de Pintura de Madrid. Viajó a Valencia, Sevilla y Galicia y obtuvo una beca de la Diputación de Ciudad Real para ampliar sus estudios en Francia e Italia. Se estableció en París. En 1897 su obra “La Bendición de la comida” obtuvo una medalla en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona y fue adquirida por el Museo de Arte Moderno.
En 1898 se establece en Barcelona, donde tres años más tarde se casaría con Matilde Garriga, de una reconocida familia barcelonesa. Allí realizaría trabajos de ilustración de revistas como “Blanco y Negro”, “Hispania” o “La Esfera”
En 1906 es nombrado Caballero de la Orden de Alfonso XII por su obra “Mozos de Escuadra”, que es adquirida por el Museo de Luxemburgo de París. Participante y ganador de muchos certámenes artísticos internacionales, dada su proyección internacional, es nombrado Hijo Predilecto por el Ayuntamiento de Ciudad Real. Expone en la V Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona su “Mont Blanc desde Chamonix” y “De pura raza”. En 1912 el Emperador de Alemania le concede la alta condecoración del “Águila Roja”.
En 1914 es nombrado miembro de la Hispanic Society de Nueva York y Presidente del Círculo Artístico de Barcelona. En 1915 obtiene la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de San Francisco por “A la feria de Salamanca”. En 1926 retrata a Alfonso XIII en el Palacio Real e inicia los Dioramas del Quijote para la Exposición universal de Barcelona de 1929, año en el que es nombrado Caballero de la Legión de Honor.
Al iniciarse la Guerra Civil, su estudio es saqueado, perdiéndose importantes documentos y obras. El 6 de enero de 1937 se embarca con su familia rumbo a Marsella hasta Villefranche sur Mer (Niza). Regresó a España en el 38, viviendo en San Sebastián y en Sevilla. Al acabar la guerra vuelve a Barcelona. En 1944 es nombrado numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Falleció mientras pintaba en su estudio el 31 de agosto de 1944.
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