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El tiempo de Navidad es, sin el menor género de dudas, el momento del año más intenso y emotivo. La evocación de viejos y queridos recuerdos, el ansiado reencuentro familiar, unido a la emoción y el gozo que experimentan los niños, del que nos hacen participar también a los mayores, convierten estos días en especiales e irrepetibles.

Como Alcaldesa de la ciudad, no puede haber mejor ocasión que esta, para transmitir a todos y cada uno de los hogares ciudadrealeños, los mejores deseos de Paz y Felicidad en estas Fiestas.

La Navidad ofrece una oportunidad única para expresar nuestro afecto y solidaridad hacia quienes nos rodean, amigos, vecinos, familia…, pero no pasaría de ser una mera manifestación de cortesía, sino sirviera también para sentirnos más próximos hacia quienes han corrido peor suerte que la nuestra.

El 2011, es posible que haya sido propicio para algunos, pero es cierto que este año que se nos va, no ha sido excesivamente generoso para otros, pues han podido sentir en carne propia cuáles son los efectos de la crisis económica, especialmente dramática para aquellos que han perdido su empleo, con lo que ello conlleva, no sólo en lo que concierne a la limitación de su capacidad para hacer frente a los gastos corrientes de una familia, sino también por su indeseable incidencia en la autoestima de las personas, al limitar drásticamente su capacidad para diseñar sus propios planes de futuro. Para ellos especialmente, nuestra solidaridad y apoyo. Desde el Ayuntamiento de la ciudad estamos trabajando incansablemente en la generación de políticas que fomenten la creación de empleo estable, cuyo objetivo sea la activación del tejido industrial y comercial de nuestra ciudad como base para la creación de puestos de trabajo.

Pensando en los menos afortunados, me gustaría incidir en que estas fiestas, eminentemente familiares y hogareñas, no deben convertirse en ocasión para el consumismo desmedido, que haga olvidar el verdadero sentido de la Navidad, que no es otro que el de la solidaridad y la fraternidad.

Pese a todo, no debemos dejar de ser optimistas y esperanzados, pues un Año Nuevo supone siempre una ocasión magnífica para trazar nuevos proyectos. En este sentido, llenos de esperanza ante la nueva etapa que se abre en nuestra Nación, aunque conscientes de que requerirá del esfuerzo de todos los ciudadanos, me gustaría aprovechar esta ocasión para infundir al conjunto de nuestras vecinas y vecinos, la confianza absoluta de que seremos capaces de superar esta situación. Pero ello solo será posible si ponemos lo mejor de nosotros mismos en un esfuerzo generoso de unidad y solidaridad, en el que queden definitivamente desterradas cuantas tentativas pretendan generar el desconcierto o la división.

El Ayuntamiento de Ciudad Real, a través de sus Concejalías de Festejos y Cultura, haciendo compatible la reducción presupuestaría a la que obliga la situación económica, pero con la brillantez y dignidad que merecen estas fechas, han elaborado una sugerente programación que estoy segura será del interés de una inmensa mayoría. Invito, tanto a vecinos como a los visitantes, a disfrutar de ella, guardando la obligada visita al Belén Municipal instalado en las salas del Antiguo Casino, realizado en esta ocasión por la Hermandad de la Stma. Virgen de la Misericordia, a la que deseo mostrar el reconocimiento sincero de toda la ciudad por su sensibilidad y entusiasmo.

¡Feliz Navidad! y venturoso 2012 es el mensaje que, con el mayor de los afectos, os quiere transmitir vuestra Alcaldesa,

ROSA ROMERO SÁNCHEZ
Alcaldesa de Ciudad Real