La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y la subdelegada del Gobierno de España en Ciudad Real, María Ángeles Herrero, han asistido esta mañana a la capilla ardiente del obispo emérito D. Rafael Torija, que se ha instalado en la SBIP Catedral de Ciudad Real.
Zamora reconocía que es un día de pérdida importante para Ciudad Real “por un obispo que era un amigo, que ha estado buena pare de su vida en Ciudad Real. Le recordamos paseando por el Parque de Gasset, sentado tomando el sol. Alguien muy cercano, que siempre estaba dispuesto a ayudar y a escuchar. Y hoy Ciudad Real está de luto y transmite el dolor por esta pérdida. Un hombre de bien, un hombre de Dios y un hombre que siempre estaba para ayudar”.
La subdelegada del Gobierno de España en Ciudad Real también trasladaba su pésame a la Diócesis y a todos los hombres y mujeres que conocían a D. Rafael. María Ángeles Herreros reconocía que fue confirmada por este obispo “que en Ciudad Real era una persona muy querida, muy reconocida y muy activa. Lo conocí muy implicado con los jóvenes, y Ciudad Real ha perdido un referente religioso, de ejemplo de vida consagrada a Dios y que por cualquier sitio que oba manifestaba el amor que sentía por los demás”.
El Obispo Prior Mons. Gerardo Melgar ha recibido el féretro con los restos morales del obispo emérito en la puerta de la Catedral, y tras una oración lo ha acompañado hasta la Capilla del Santísimo, donde permanecerá durante el día de hoy recibiendo a los fieles que quieran asistir hasta la 10 de la noche.
La misa exequial por el obispo emérito de Ciudad Real será a las 11 de la mañana del lunes, 4 de marzo, en la SIBP Catedral de Ciudad Real, donde recibirá sepultura en su pasillo central.
Monseñor Rafael Torija de la Fuente nació en Noez (Toledo) el 18 de marzo de 1927. Fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1952. Posteriormente, se licenció en Teología y en Sociología en la Pontificia Universidad Gregoriana.
El 4 de noviembre de 1969 fue nombrado Obispo titular de Ursona (Osuna), auxiliar de Mons. Cirarda en la Diócesis de Santander. Fue consagrado el 14 de diciembre del mismo año. El día 2 de octubre de 1976, al aceptar el Santo Padre la renuncia de Mons. Hervás al Obispado Priorato nombró para sucederle a Mons. Torija, que tomó posesión el 6 de noviembre del mismo año.
El 4 de febrero de 1980, al elevar a Diócesis la Prelatura Cluniense, fue desvinculado de la Iglesia titular de Dora y nombrado Obispo residencial de Ciudad Real. Conservó el título de Prior de las Órdenes Militares, unido en adelante al Obispo de Ciudad Real. El día 20 de marzo de 2002 presentó la renuncia, por razones de edad, al gobierno pastoral de la Diócesis de Ciudad Real.
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