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Esta mañana han comenzado los trabajos de inspección del estado de las tuberías subterráneas de saneamiento de la Plaza de Cervantes ante los hundimientos que se vienen detectando desde hace varios años. El concejal de Urbanismo, Alberto Lillo acompañado del gerente de AQUONA en Ciudad Real y del jefe de Servicio de Infraestructuras del Ayuntamiento ha supervisado esta actuación que persigue introducir cámaras para comprobar el estado en el que se encuentran las tuberías de saneamiento que pasan por la plaza.

Esta mañana han comenzado los trabajos de inspección del estado de las tuberías subterráneas de saneamiento de la Plaza de Cervantes ante los hundimientos que se vienen detectando desde hace varios años. El concejal de Urbanismo, Alberto Lillo acompañado del gerente de AQUONA en Ciudad Real y del jefe de Servicio de Infraestructuras del Ayuntamiento ha supervisado esta actuación que persigue introducir cámaras para comprobar el estado en el que se encuentran las tuberías de saneamiento que pasan por la plaza.

Según ha explicado el concejal, “hay dos ramales, uno que bordea las edificaciones  y otro que va hacia la Avenida Alfonso X el Sabio. Queremos ver cómo está su estado ante el proyecto integral de remodelación de la Plaza”. Unas obras que avanzaba tendrán un presupuesto para el año 2016, y hasta entonces se está recopilando toda la información posible. Una vez analizada la situación de estas tuberías se abordará si hay que cambiarlas o no por materiales más avanzados del fibrocemento actual.

Posteriormente se llevaría a cabo un tratamiento en superficie de la Plaza con una reordenación de los elementos que la componen. Algo que se hará mediante un proceso participativo “tanto con los vecinos, los comerciantes y la Universidad. El concejal reconocía que se podrían hacer modificaciones del espacio para tener un centro más amable y peatonal y que los edificios no corren peligro.

Alberto Lillo reconocía que el problema de la Plaza es que el suelo tiene muy poca resistividad, está poco compactado y el acuífero en algunas mediciones aparece a 3 metros de profundidad, por lo que se recomendaron llevar a cabo inyecciones de cemento, para estabilizar geológicamente el terreno. “Habrá que decidir cómo se hace eso, pero no podemos seguir teniendo estos hundimientos porque hay zonas con una caída importante” afirmaba.

Del estudio topográfico que se repitió para ver la evolución del suelo de la plaza, el concejal de Urbanismo avanzaba que “hay una pequeña caída de un centímetro con respecto a 6 meses, y eso es lo que hay que intentar estabilizar.”

Reconocía que “no será una obra fácil y hay que buscar financiación que sea de los presupuestos del 2016, de los Planes de Obras de la Diputación Provincial, más la financiación que consigamos de otras instituciones.”

Preguntado por la situación de las terrazas de los establecimientos hosteleros, Lillo afirmaba que “si vamos a tocar el interior de la Plaza, la remodelación ha de ser de toda ella. No sabemos cuándo empezaremos las obras, pero las terrazas ahí no van a poder estar cuando hagamos las obras”.